domingo, 17 de julio de 2011

Viaje a Doñana 13-15.VII

¡Hola a todos!

En esta entrada voy a contaros el último de mis viajes, esta vez al Parque Nacional de Doñana.

El motivo del viaje fue que tenía que acabar un curso que hice en abril, "Iniciación a la Ornitología de Campo", de la mano de SEO/BirdLife. Me faltaba por hacer un par de prácticas de anillamiento científico de aves, que seguramente habrían estado muy bien de no ser que por motivos personales del monitor que me las iba a dar no las pude hacer. Con los ánimos bajos pero animado por mis dos hermanos que me habían acompañado aprovechamos esos días para visitar los lugares más característicos del parque a los que se tiene libre acceso.

Partimos de mi pueblo, Estepa, los tres hermanos buscando pasarlo bien y disfrutar los tres juntos, ya que llevábamos algún tiempo sin estar todos. Llegamos al camping que teníamos visto en el Rocío, nada malo por cierto. Montamos la tienda y el toldo, quedando aquello como un hotel de 5 estrellas.

El primer día fuimos a ver el sitio en el que tendríamos que haber quedado con el monitor del curso, y posteriormente visitamos el "Palacio del Acebrón".



Este palacio, según tengo entendido, se usaba como central del antiguo coto de Doñana, que actualmente es un museo en el que se exponen fotos, maquetas y animales cazados antiguamente. ¡Lo que más me llamó la atención fue que se cazaban linces! Después fuimos por un sendero tarimado que recorre el perímetro de una pequeña laguna, en el que podemos encontrar carteles informativos que explican las antiguas funciones y aprovechamientos forestales a lo largo del paseo. Carteles que son de agradecer para cualquier persona a la que le interese un poco la historia de este lugar.


 En aquel lugar se hizo un cambio de especie de Pinus pinea (Pino piñonero) por Eucalyptus globulus (Eucalipto blanco), este cambio se hizo principalmente para la extracción de madera para la producción de pasta de papel y otros usos. Con el tiempo se observaron cambios en el ecosistema al plantar esta especie, con lo que hoy se ha extraído toda la masa de eucaliptos y replantado pino. Aún se conservan vestigios de esa plantación, ya que se pueden ver algunos tocones perdigados por el monte.
   Más tarde recibimos la noticia de que no íbamos a poder participar en el anillamiento de aves, noticia que recibimos por una parte con desilusión y por otra con alegría, ya que nos permitía visitar más lugares con más tiempo.
   
   Luego fuimos a la aldea del Rocío, admirando la belleza de la laguna y la gran variedad de aves acuáticas que se pueden encontrar, entre ellas Flamencos, Gaviotas reidoras (con plumaje nupcial), charranes, garzas y gran cantidad de milano negro, entre otros. También un gran número de caballos.












Al día siguiente, acompañados por una compañera de estudios que estaba en el camping fuimos a visitar el "Centro de Interpretación del Acebuche".



En aquél centro se ha construido una serie de senderos, también tarimados, que recorren una serie de chozas para la observación de aves en las lagunas. Si se tiene un poco de suerte podremos ver las aves cerca de estas chozas, siempre y cuando el nivel del agua sea el adecuado. Recuerdo, en otra visita a este lugar, que la laguna estaba completamente seca, con lo que no pude ver nada. Pero este día si pudimos ver algunas especies. Tuvimos la suerte de admirar a multitud de cigüeñas, anátidas y demás. ¡Vi por primera vez a una oropéndola!









Volvimos al camping a pasar el resto de la tarde, dándonos un baño en la piscina y echando una partidita a las cartas. Después, mientras se acercaba el ocaso fuimos de nuevo a la laguna del Rocío, visualizando los colores tan variados que ofrece el cielo en esos momentos.


   Regresamos al camping, cenamos y a dormir.
   A la mañana siguiente, nuestro último día en el parque y dejando recogido todo el "campamento", viajamos hasta el pueblo veraniego de Torre de la Higuera. Allí vistamos una serie de senderos que recorren un Parque Dunar, todo señalizado por estacas y pisando arena durante todo el recorrido.












En ese mismo lugar se encuentra el Museo Marino, que sólo vimos la entrada y donde descansamos del sol un rato.



Posteriormente fuimos a ver, en la otra punta del pueblo, otro sendero, dentro del Parque Nacional, que recorre las dunas móviles. Maravilloso lugar en el que no es difícil desviarse del camino, ya que en muchos tramos se encuentra cubierto de arena. Tuvimos la suerte de ver algunos ejemplares de ciervos en libertad en las mismas dunas.













   Una vez visto este fantástico lugar nos dimos un baño en el mar. Con hambre en el cuerpo comimos y nos volvimos a poner en carretera de vuelta a casa.
   En definitiva, nos lo pasamos muy bien, muchas risas y buenos ratos. Vimos lugares muy bellos y disfrutamos de lo lindo de estas minivacaciones que nos pegamos gracias al curso de aves.

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